Migrar Windows y SQL Server a Azure puede aliviar tu bolsillo
Migrar Windows Server y SQL Server al Cloud de Azure es un paso clave para muchos negocios. De esta manera, no sólo pueden mejorar la operatividad de sus sistemas. También, a su vez, pueden conseguir un para nada desdeñable ahorro de costes. A lo largo de este post desgranaremos las principales ventajas de esta migración.
A estas alturas, nos resulta prácticamente imposible pensar en un presente desconectado de la red. Ya sea con ordenadores portátiles, e incluso con nuestros propios dispositivos móviles, trabajar sin conexión nos parece algo muy lejano en el tiempo. De hecho, el hecho de no contar en ese momento con alguna manera de conectarnos a la red, ya sea telefónica, wifi o de otro tipo, es lo que acaba provocando que retomemos costumbres muy de antaño. Tanto, que es posible que aquellos que se han incorporado más tarde al mundo profesional directamente se hayan visto tremendamente sorprendidos por esta experiencia.
Con elementos de conexión cada vez más rápidos y confiables, no es nada extraño que muchas organizaciones opten por llevar también su infraestructura técnica a la red. Una acción que, en este caso, les permite acceder a una serie de importantes beneficios. Por un lado, aumentamos la disponibilidad. Podemos estar seguros de que los sistemas funcionarán prácticamente en todo momento. Por el otro, también conseguimos mejorar la fiabilidad. Con servidores on premise, una avería de hardware puede ser demoledora. A no ser, claro, que contemos con servidores duplicados trabajando en paralelo. Algo que supone mayores costes, pero que el Cloud ofrece por defecto sin tener que pagar más por ello.
Por eso, y muchos otros factores, podemos destacar también el ahorro económico que nos permite conseguir la migración a la nube. En cualquiera de sus opciones: IaaS (Infrastructure as a Service o Infraestructura como Servicio), PaaS (Platform as a Service o Plataforma como Servicio) o SaaS (Software as a Service o Software como Servicio).
Qué ahorro conlleva migrar Windows y SQL Server al Cloud de Azure
Comparar el precio de un servidor físico y su correspondiente amortización directamente con el coste del Cloud es un ejercicio bastante engañoso. Si nos limitamos a tener en cuenta el dinero que se ha invertido en la adquisición del equipo, lo dividimos por el tiempo en que prevemos que vamos a amortizarlo y lo comparamos con el precio de tener un servidor en el Cloud, es posible que los números indiquen que es mejor la opción tradicional. No obstante, al llevar a cabo esta operación, tal y como acabamos de describirla, nos estamos olvidando de factores muy importantes. Por un lado, está el coste energético. El servidor, para que sea equivalente a lo que tendríamos en la nube, debe estar permanentemente conectado. Y, además, debe contar con su correspondiente refrigeración, para que su funcionamiento no alcance en ningún momento temperaturas críticas.
Al coste energético, a su vez, debemos sumarle el coste de adquisición de las correspondientes licencias de software necesarias para que el equipo cumpla con su función. Y, además, tener en cuenta que el equipo ocupará un para nada desdeñable espacio en nuestras instalaciones. Un espacio que, de otra manera, podría aprovecharse para otras funciones. O, incluso, según la manera en que esté organizada la oficina, es posible que haga recurrir a más metros cuadrados de los que ya disponíamos previamente. Siempre, cómo no, hay que tener en cuenta que, si queremos tener un nivel parecido de disponibilidad y fiabilidad al que puede ofrecer la tecnología Cloud, todos esos costes debemos, por lo menos, multiplicarlos por dos. Y, además, sumarles los correspondientes costes derivados de aplicar las medidas de seguridad que consideremos oportunas para mantener protegidas las máquinas y los datos que se encuentran guardadas en ella.
Otras ventajas que puedes obtener por medio de la migración al Cloud
La escalabilidad es otra de las grandes ventajas que puedes obtener al migrar Windows o SQL Server al Cloud de Azure. Y está muy relacionada también con el ahorro de costes. Se trata, al fin y al cabo, de pagar únicamente por lo que necesitas en cada momento. Así, es posible responder tanto a picos inesperados de trabajo como a momentos en los que las cosas van mucho más relajadas que de costumbre. Incluso, en el caso de que tengas identificados de antemano cuáles son esos periodos en los aumentan o se reducen las cargas de trabajo, puedes establecer una programación para que la respuesta conveniente se produzca de manera automática.
El cumplimiento normativo, finalmente, es otra de las grandes ventajas que te ofrece la migración a Azure. Tus datos siempre serán tuyos, tu los controlas y, si en algún momento decides cancelar tu suscripción, por supuesto, te los llevas contigo. Microsoft, con su alojamiento en el Cloud de Azure, lo que hace es garantizar en todo momento su seguridad, su confidencialidad y su adecuación al cumplimiento normativo. Nadie, excepto el cliente que tenga contratado el servicio, puede acceder a los datos.
La migración, además, puede llevarse a cabo de cuatro maneras diferentes, en función de las necesidades concretas de cada cliente:
Rehost. Consiste, básicamente, en hacer una copia del servidor on premise y ubicarla en la nube. Ofrece máxima rapidez, una respuesta escalable ante posibles picos de trabajo y una mayor fiabilidad, adaptabilidad y rentabilidad en comparación con los servidores físicos.
Refactor. Se desvinculan los elementos o servicios que se ejecutan de la capa de sistema operativo. Así, permite prescindir de la capa de sistema operativo, ahorrar tiempo y dinero en el mantenimiento del servidor. Y, en el caso de que usemos Azure SQL, asegurarnos de que contaremos siempre con la última versión.
Rearchitect. Este tipo de migración normalmente se aplica a la hora de llevar a cabo cambios importantes en el entorno en el que se ejecutan los servicios. Como, por ejemplo, para dividir una aplicación monolítica en múltiples servicios y minimizar el uso de máquinas virtuales. Su gran ventaja es la adaptabilidad, ya que permite crear recursos en Infraestructura como Servicio (IaaS), Plataforma como Servicio (PaaS) o Software como Servicio (SaaS).
Rebuild. En este caso se empieza desde cero, para aprovechar desde el principio todos los servicios que ofrece la nube. De esta forma, se permite una mayor rapidez en el desarrollo de aplicaciones nuevas, un mayor rendimiento de las existentes, aunque su desarrollo sea más lento, al aprovechar plenamente el entorno Cloud y se consigue una mayor estabilidad. Sobre todo, en lo relacionado con esta última ventaja, si se usan plataformas como Azure.
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A lo largo de este post te hemos hablado de las múltiples ventajas que puedes obtener al migrar Windows Server o SQL Server al Cloud de Azure. Pero, si tienes alguna duda o pregunta que desees plantearnos a este respecto, ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de darte todas las respuestas que consideres convenientes. Sin compromiso. Y, además, podemos proporcionarte acceso a la grabación en vídeo de una sesión on line en la que un técnico experto en Arquitectura con Azure explica de forma más pormenorizada todas estas cuestiones.
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